Quiero que te protejas,
dijo en voz bajita, esto no es
una prueba de resistencia.
30/11/09

Hola… sé que creía que no iba a volver pero… supongo que le sorprendió… Verá… creo que tengo una piedra en el corazón… Sí, sí que me molestaba, pero creía que no tenía importancia y… Dígamelo, por favor, ¿cuándo se va a acabar?
(Era la primera vez que aquel hombre me abrazaba y después volví a mi vida, como si no hubiese pasado nada)
Esto es sólo por mí
27/11/09
26/11/09
25/11/09

Lucía apagó el paraguas contra sus manos heladas. Sentía el frío colándose en todos los rincones de la casa y de ella. Todo estaba lleno de charcos, pero no había empezado a llover. El pasillo era un espejo de humedad y en el sueño no se veía tan bonita, se veía simplemente ella.
-Voy a morir -le susurró asustada al equilibrio.
Le respondió una risa suave de grillos, helándole la sangre. Un campo de amapolas surgió en el comedor cuando coleccionaba vasos de cristal vacíos sobre las estanterías y un libro le fue recitando su historia con voz de actor venido a menos. Se tocó la barriga con dedos grises para que creciesen canciones a su alrededor, pero en la cama sólo dormían tres sapos coronados de maiz.
Lo importante, al final de todo, era el abrigo rojo que reconocieron los lobos cuando la vieron llegar, herida al lavabo, con miedo en los ojos y boca incendiada. Lo importante fue lo que pasó en la cocina, cuando el suelo se abrió como un prado para recibirla.
-Voy a morir -repitió mirándose la piel-. Voy a morirme.
Dani, me lo inspiraron tus fotografías de hoy y la canción.
24/11/09
23/11/09

Quería saber cuál era la puerta para salir de allí, pero había tantas que tenía miedo de equivocarse. Así que se sentó a esperar a que alguien le susurrase una buena idea. El problema es que estaba completamente aislada allí y eso, irremediablemente, significaba que estaba sola. Cuando llevaba un tiempo practicando su estúpido intento, le pareció escuchar el sonido de un pomo al ser girado, pero descubrió pronto que sólo era el ruido de sus tripas rugiendo de hambre -de hambre y de amor-. Apoyó las manos a su espalda y estiró las piernas. Aquello iba para largo.
18/11/09
17/11/09

¿Por qué te tratas así, mujer, cortándote las alas como sombras mal cosidas a la espalda? Deja de atarte el corazón para que no sienta miedo, para que no recuerde. Te estás convirtiendo en piedra, mujer, estás envenenándote la piel. Si sigues imponiéndote esta ley, vas a conseguirlo, lo sabes, y después nadie vendrá a salvarte. Esta historia nos la conocemos bien, tú y yo. No puedes ser imparcial con la emoción. No puedes ser pretendidamente justa.
16/11/09

Una de Quique
La música colonizó
los rincones de tu ausencia
la casa olía a café
la casa olía a café
y abandono.
No es nada personal,
es el sonido repetido
de esta historia
que me sabe a tabaco
y alcohol.
Por eso, cuando tú vengas,
apágame la luz,
cierra la puerta,
acuéstate en mi fe
con las visagras.
Escucha bien,
llega el final,
date prisa,
no olvides la letra,
ya no me puedo quedar
y tú no supiste estar solo
desde que aterricé
pobre de maletas.
11/11/09

Llevaba el bolso cruzado sobre el pecho a modo de invisible cremallera. Nadie lo sabía, pero dentro, muy adentro, bajo todas las primaveras que lucía como mallas elásticas de promesas, había cuevas y silencios y vacíos donde resonaban las piedras, contra el suelo, como ecos de canciones olvidadas. Pero la cosa es que llevaba el bolso cruzado sobre el pecho, el pañuelo grande y gastado en el cuello, las ojeras nuevas y el pelo recogido sobre la cabeza, ese nido de pájaros mal comidos.
10/11/09

El día en que decidiste
contaminar con tu presencia
la piel oscura de mis tardes yertas,
firmaste una carta de paz
con las esquinas de mi vacío
que ya no sirve.
Prende con tu luz mis mil fronteras,
ametrállame el instinto
muerto a golpes contra el frío,
píntame de miel
los perros negros que cacé
para asustarte.
Dejó de bastar esta estrategia
de fantasear contigo
-que te rendías-
quiero ser hoy
el ejército vencido
a piedras, a golpes, a minas,
a besos.
9/11/09
5/11/09

Recuerdo sus manos delgadas, huesudas, cruzadas por el tiempo y por las venas, con pequeñas marcas marrones y azules, la piel de mapa y los lunares. Parece que puedo escuchar sus pasos cortos recorriendo la cocina. Se agarra el delantal y aprieta con fuerza contra sí. Le duele, todavía le duele demasiado.
4/11/09

instrucciones para romper el corazón de Carolina
Puedes olvidarla,
ser un imbécil,
sacar a la más guapa a bailar,
negarle tu ternura,
puedes inventarte silencios,
alejarte semanas,
hablar de otras,
abandonarla en una cena
por copas mejores,
de nada serviría
mientras tuvieses un verbo
para Carolina,
una canción.
Ocúltale los besos
que dejaste en otra boca,
la piel de otra mujer
para romperle el alma
a Carolina que lo habrá perdonado
todo
menos el ridículo
contra su cintura soñadora.
3/11/09
2/11/09
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