como si todavía tuviese veinte años
y no te hubiese conocido,
como si pudiésemos idear
dónde escapar la mejor noche
de nuestras vidas o
fantasease con tu cuerpo,
ajeno, lejos, recogiéndome
a la puerta del colegio
donde trabajaba.
quería escribirte
como si nunca
hubiese escuchado tu risa
después de hacer el amor,
como si fueses el fantasma de palabras
con el que conversaba
hasta la madrugada
y pudieses proponerme una vez más
un viaje descabellado
por europa con tus amigos,
como si no me hubieses
besado ya en tantos sitios
que no tienen fotografía.
pero ya ves, estás conmigo,
no eres materia de sueños, carne
de fantasías, eres
éste que yo miro, que me mira,
el que elijo entre todos
-el que me elije-
para hacer la vida realidad.