29/6/10

rincones
hay un hueco para tus ideas
en el fondo de mi armario,
junto a las promesas por cumplir
y tus sueños prohibidos,
hay una hueco en mi clavícula
de nido, inconquistado,
deletreando los nombres
secretos que te puse
cuando inventé este rincón
pequeño, olvidado,
donde cabíamos nosotros
y ahora ya no cabe nadie.



*

28/6/10

mecanografía
las teclas de mi piano
siguen tarareándote
cuando te vas

27/6/10

desbésame
desbésame continuamente
hasta que mi boca
sea incapaz de recordarme
tus caminos
-quiero perderme
en tu olvido una vez más,
no acostumbrarme-.





(poema desde una nueva casa, después de conocer a Antonio y haber escuchado tu voz)

23/6/10

las cajas están cerradas, la casa está cerrada, ya queda poco por contar... sólo que espero que alguno de mis monstruos se distraiga y se quede aquí, bajo esta cama. cuando vuelva a escribir ya no estaré aquí, estaré allí comenzando a construir otra posibilidad a prueba-error en busca de la felicidad.

22/6/10


Cuando las calles
amanecen en guerra
y he dormido mal,
a veces necesito
una cura de Marta.

21/6/10

tonterías de las de siempre
podríamos hacer un poema
con tu boca y mis cosquillas
(pero tengo sueño,
el pelo mojado
y tú estás tan lejos
que casi no existes,
así que mejor,
antes de echarte de menos,
me callo).



*
esta vez, el corazón no me viaja en cajas, me vuela, sobrevuela sin cordón, sin peso, se me escapa de aquí hacia donde voy, se me adelanta y mira ya al mar como si los dos tuviésemos cinco años -la cosa es que no lo pienso agarrar-

20/6/10

últimamente lleno un vaso con cerezas y otro con té helado, son una especie de ofrenda al verano que está a punto de llegar y de llevarme

18/6/10

acentúa si
basta ya de construcciones
de coma y condicional
para el querernos

17/6/10

cerezas de alcalá
esto debe ser pecado,
el rojo inaudito
explotando entre los dientes
recorriéndome la lengua
desnuda contra el paladar
mientras sólo pienso
en sonidos.

16/6/10

inoportuna
como cuando saludas a alguien equivocadamente
y descubres con rubor tu excesiva familiaridad con el sujeto
que no conoces de absolutamente nada
mientras cubres natural tu inapropiada incursión
en la intimidad de otro,
así aparecí en tu mundo, subiendo los pies a la mesa
y preguntando cuándo se servía la cena.

15/6/10

-Y, cuéntame -me dijo tumbada en la cama como una niña, bocabajo, con las manos en la barbilla, moviendo los pies rítmicamente-, ¿cómo era aquello de que te besaran?
-Vertiginoso, supongo.
-¿Cómo supongo? -exclamó escandalizada tirándome un cojín a la cabeza-. ¿Es que no te acuerdas? -se burló guiñando los ojos.
-No...
desde esta caverna
Desde esta caverna
donde Platón imagina sombras
chinescas como el futuro,
ambiciono la ceguera
de aquellos que treparon
sobre las viejas heridas
sin miedo a la muerte
para ver una luz desconocida.
Ambiciono no ser hombre,
ser idea -de pájaro quizá-
despojada de la carne
que recuerda,
que te añora,
como el crepitar del fuego
en un eco de historia
adherido a mis costillas
de rana acantilada.
Ambiciono que este nido
de palabras hambrientas,
incomprobadas,
que se aferra a mi costado
no derrumbe
con el ruido del pasado
los restos
de la cueva donde habito
incapaz de soportar
un día más
este equilibrio.

14/6/10

de nuevos
ahora sueño con una bicicleta
y contigo




*

10/6/10

me muero de tu sed
su boca era un país
después de guerra
reconstruyendo calles
que siempre fueron distintas
que nunca fueron
tan nuevas.
Renunció a la felicidad para escapar de la ignorancia. Después, mil veces lo escuché decir: "qué idiota soy, qué idiota fui", sin comprenderlo.

9/6/10

madrugadas
soñarte era sencillo
cuando surgías de la nada
en medio de una guerra
de dragones, pero ahora,
que apareces concentrado
leyendo cualquier cosa
en mi regazo, convirtiendo
en cotidiano cada gesto,
se hace arduo
despertarse con tu ausencia
y estas ganas locas
de vivir.


*

8/6/10




había una vez un niño que sólo sabía contar con los pies, por eso siempre siempre llevaba chanclas, para así verse los dedos y si, el profesor de matemáticas le preguntaba, moverlos calculando.

todo el mundo pensaba que dieguito era tímido por pasar el día mirando al suelo, pero nada que ver, dieguito era un niño comunicativo y muy listo, pero incomprendido.

los niños se reían de él en invierno y lo imitaban en verano, como si dieguito fuese una moda más. él no se lo tenía en cuenta, es decir, se compadecía de ellos porque no eran capaces de mirar más allá de sus zapatillas nuevas.

de hecho, dieguito es hoy un matemático feliz con sus sandalias y sus compañeros de colegio dirigen grises gabinetes de abogados con casos aburridos.

moraleja: aunque los demás no usen todavía chanclas, piensa en dieguito y haz lo que te dé la gana.
compré las primeras cerezas de la temporada
y despertaron a mis acuarelas
y a la estúpida sed de tu boca.




*

7/6/10

(en el orden que tú quieras)
píntame de azul,
incéndiame la casa,
prepárame la cena

-Cuéntame el cuento ese de final feliz -le repetí con un bostezo-, estoy tan cansada que hoy puedo creérmelo.
Y él empezó por el principio de los tiempo recordándome a Susana, a mi abuelo Juan y a las botellas de vino que bebí para bautizarme, como Lázaro, en una nueva vida que todavía no entiendo del todo, pero que me gusta.

6/6/10

desde pequeña,
sumo los muertos
a la lista de personas
que velan por mí
cuando me duermo
-es una tradición,
heredada de Javi
que pensaba en Dios,
las tortugas ninjas
y la abuela bisa-.
-Ha venido la muerte y quiere bailar.
-Suena a tópico de la edad media.
-Es que hay cosas que son igual toda la vida.
-Y otras que cambian.

5/6/10

me late el corazón de cajas vacías cuando recorro este pasillo de hormiguero, me pregunto cómo va a llamarse mi próximo hogar, quién bautizará mi cama y pienso en Marta que quiere dibujarme globos en las puertas de los muebles para que eche a volar. pero observo ya mis cosas como si fuese a enterrarlas en papel de periódico sobre la mesa del comedor, incapaz de imaginar frente a mí dónde darán las ventanas de mi casa, cómo serán los ruidos de la noche, cómo trepará el amanecer hasta mi taza de café cuando me sienta cansada. me late el corazón de cajas por llenar cuando la música me sube por las rodillas y recuerdo: ese cojín lo compré yo, aquella era mi lámpara, tengo que devolver a su sitio los cuadros del pasillo. me descansa el edredón sobre la silla y la ropa de verano no sabe si salir de los armarios, si encerrarse en la maleta azul. esto podría tirarlo, no hay que coleccionar tontos recuerdos. y pienso en Javier y en esta vida, pienso en cómo debíamos imaginarnos y en el vuelco que te puede dar el mundo cuando crees que nada nuevo va a pasar. y pasa.

2/6/10

aires de cambio
Como cuando el Almirante Boom anunciaba aires de cambio desde su tejado londinés
y los relojes temblaban por una nueva bomba en el salón,
como cuando el suelo se movía inevitable bajo mis pies
y el tren aparecía llevándoselo todo en una estación vacía hacía demasiado tiempo,
como si las sirenas de los barcos en la niebla del Cantábrico volviesen a sonar en el fondo de mi pecho
y los molinos de viento lanzasen sus luces nocturnas en telegramas indescifrables,
como si tú y yo siguiésemos en esa carretera nocturna pensando en nuestra cama prometida,
así se encoge ahora el mundo a punto de estallarme en las costillas por sorpresa, cogiendo carrerilla.


en algún momento prometo volver a abrir los ojos, terminar de corregir, y leeros a todos