no te pienso
no te hago
no te contemplo
no te nombro
no te miro
no te tengo fe
no existe.
tú no existes.
sólo dueles.
28/5/18
24/5/18
-Soy el grito, soy la muerte, soy el fuego.
-Ven...
-Te quemaré, te hundiré, te ahogaré si llego.
-Ven.
-Te destrozarán mis manos, te heriré la luz. Voy a hacerlo.
-Ven, reposa aquí, te ofrezco el pecho.
-Voy a romper...
-Estás cansada, te ofrezco el pecho.
-Voy a incendiar...
-Cierra los ojos. Estás cansada.
-Pero yo...
-Duerme en mi pecho.
-Es cálido. Respiras.
-Respiramos.
-Tú y yo.
-Y el cansancio.
-¿Me cantas en voz baja?
-Ven...
-Te quemaré, te hundiré, te ahogaré si llego.
-Ven.
-Te destrozarán mis manos, te heriré la luz. Voy a hacerlo.
-Ven, reposa aquí, te ofrezco el pecho.
-Voy a romper...
-Estás cansada, te ofrezco el pecho.
-Voy a incendiar...
-Cierra los ojos. Estás cansada.
-Pero yo...
-Duerme en mi pecho.
-Es cálido. Respiras.
-Respiramos.
-Tú y yo.
-Y el cansancio.
-¿Me cantas en voz baja?
22/5/18
cuando tú me rompiste un ala,
aunque dijeses lo siento,
aunque besases la piel
enrojecida,
el daño
parecía irreparable y volar
una utopía pensada para otros.
por eso, cuando la pluma creció,
cuando el hueso
se fue haciendo
hierro en el cristal, y el viento
recuperó la forma,
no dije nunca más tu nombre.
tornarse pájaro borra
al cazador de la ecuación,
borra sus armas.
cuando tú me rompiste,
me expandiste el pecho
y el horizonte.
aunque dijeses lo siento,
aunque besases la piel
enrojecida,
el daño
parecía irreparable y volar
una utopía pensada para otros.
por eso, cuando la pluma creció,
cuando el hueso
se fue haciendo
hierro en el cristal, y el viento
recuperó la forma,
no dije nunca más tu nombre.
tornarse pájaro borra
al cazador de la ecuación,
borra sus armas.
cuando tú me rompiste,
me expandiste el pecho
y el horizonte.
21/5/18
el mal poema de tu cumpleaños
leo cartas de amor,
amontonadas
en la mesa por otros, y pienso
en aquella nota,
¿te acuerdas?
escondida en la joven
de las naranjas, esperando
que volvieras y mi vestido verde,
largo, te llamase la atención,
y pienso también
que llegué cinco días después
de tu cumpleaños
cargada de poemas y de dudas
para pronunciar tu nombre.
-en lo que tú tardaste
en pronunciar el mío,
como un sagrado absurdo,
cuando sin saberlo
me construías-.
pienso en estos cinco años y
en sus madrugadas de primavera,
al arrullo de la luz que se cuela en nuestro cuarto
para entrelazarnos
las manos adormecidas,
en besarte
en tu aniversario
para cubrirte de libros y palabras
que se amontonan por la casa
después de que la tarta
haya desaparecido.
leo cartas de amor, rutas de tópicos,
y pienso
en la crema de calabaza, en
los rotuladores
que viajaron escondidos a galicia,
en los salmonetes de última hora
en aquel mercado de oviedo,
en la leche helada, las migas
al sol de zocueca y la giraldilla.
en nuestros propios lugares comunes,
a los que siempre volvemos,
porque los hemos hecho templo,
paraíso artificial
de nuestro génesis.
por eso pienso
que no necesito palabras de amor
para quererte,
que en nuestro vocabulario
significan más los libros
y las recetas
que los atardeceres.
leo cartas de amor,
amontonadas
en la mesa por otros, y pienso
en aquella nota,
¿te acuerdas?
escondida en la joven
de las naranjas, esperando
que volvieras y mi vestido verde,
largo, te llamase la atención,
y pienso también
que llegué cinco días después
de tu cumpleaños
cargada de poemas y de dudas
para pronunciar tu nombre.
-en lo que tú tardaste
en pronunciar el mío,
como un sagrado absurdo,
cuando sin saberlo
me construías-.
pienso en estos cinco años y
en sus madrugadas de primavera,
al arrullo de la luz que se cuela en nuestro cuarto
para entrelazarnos
las manos adormecidas,
en besarte
en tu aniversario
para cubrirte de libros y palabras
que se amontonan por la casa
después de que la tarta
haya desaparecido.
leo cartas de amor, rutas de tópicos,
y pienso
en la crema de calabaza, en
los rotuladores
que viajaron escondidos a galicia,
en los salmonetes de última hora
en aquel mercado de oviedo,
en la leche helada, las migas
al sol de zocueca y la giraldilla.
en nuestros propios lugares comunes,
a los que siempre volvemos,
porque los hemos hecho templo,
paraíso artificial
de nuestro génesis.
por eso pienso
que no necesito palabras de amor
para quererte,
que en nuestro vocabulario
significan más los libros
y las recetas
que los atardeceres.
18/5/18
17/5/18
15/5/18
-He contado tus costillas.
-¿Están todas?
-Juntas, adheridas.
-Límpialas, me da miedo mirar el agua fría.
-Escucha, la fuente canta.
-Límpialas.
-Mis dedos están fríos.
-Yo tengo acero fundido en el pecho.
-Lo haré espada si lo toco, si te inundo las costillas.
-Escucha, la fuente canta.
-Lo haré espada si lo toco.
-Entonces tira fuerte de la espada.
-Tu grito callará la fuente.
-Luego dame de tu agua.
-¿Están todas?
-Juntas, adheridas.
-Límpialas, me da miedo mirar el agua fría.
-Escucha, la fuente canta.
-Límpialas.
-Mis dedos están fríos.
-Yo tengo acero fundido en el pecho.
-Lo haré espada si lo toco, si te inundo las costillas.
-Escucha, la fuente canta.
-Lo haré espada si lo toco.
-Entonces tira fuerte de la espada.
-Tu grito callará la fuente.
-Luego dame de tu agua.
14/5/18
entra, te abro la herida,
te enseño
en qué sitio puse la luz,
dónde sembré las flores,
cómo canté bajito
para que las fieras de la carne
no hiciesen de ella un camino,
un túnel hasta mi centro.
pasa, se
bienvenido, pisa
si quieres
la herida, te la muestro.
querías ver la caída
y en ella
no hay pozo.
vivir no es
hacer de la herida
un templo,
es convertirla
en bosque.
te enseño
en qué sitio puse la luz,
dónde sembré las flores,
cómo canté bajito
para que las fieras de la carne
no hiciesen de ella un camino,
un túnel hasta mi centro.
pasa, se
bienvenido, pisa
si quieres
la herida, te la muestro.
querías ver la caída
y en ella
no hay pozo.
vivir no es
hacer de la herida
un templo,
es convertirla
en bosque.
3/5/18
haz del ahora el ancla
átate
escucha
parpadean los astros del segundo
que has dejado pasar
te hacen señales
es hoy
es hoy
es el minuto
que se escurre
reluce
(brilla
brilla
míralo brillar)
y tú en ayer, constantemente,
en mañana -eje de la tristeza-
ahogándote
es hoy
es hoy
míralo brillar
tintinea tu rizo claro
al desnudarte
el sonido es la puerta de salida desde la cámara del yo
al nosotros
átate
escucha
parpadean los astros del segundo
que has dejado pasar
te hacen señales
es hoy
es hoy
es el minuto
que se escurre
reluce
(brilla
brilla
míralo brillar)
y tú en ayer, constantemente,
en mañana -eje de la tristeza-
ahogándote
es hoy
es hoy
míralo brillar
tintinea tu rizo claro
al desnudarte
el sonido es la puerta de salida desde la cámara del yo
al nosotros
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