nunca he atado perros con mis manos
y aún así
siento mordiscos pétreos
en la piel que no acometes.
será la ausencia
algo de esto que contaban:
la niebla tibia,
la llovizna en el pulmón,
la sombra entre las mantas
de la tarde interminable;
ella debe ser la que nombraban
junto a la hoguera los primeros hombres,
que sin atar perros, sintieron sus ladridos en la noche
e inventaron la palabra
para llamar a la soledad,
vacío.
28/3/14
18/3/14
a Andrés Cantón
tú ya eres todos los hombres que has sido
y yo tengo, de pronto, cinco años
y estoy enfadada contigo
porque no me dejas borrar a mi manera
en el cuaderno de las tareas de verano,
entre radios extrañas y maquetas de tren.
tú ya eres todos los hombres que has sido
y yo miro, de pronto, tus fotografías,
un resumen exacto, los apuntes
de tus cuentos costumbristas, la obra
de teatro que escribiste aquella navidad
en la que te quise tanto que dolía
querer así a alguien tan viejo, el poema
en que hablas de la muerte y de la fe.
tú ya eres todos los hombres que has sido
y yo hablo, de pronto, con tu sombra
y vacío los armarios y pienso
en cómo te hablamos todos ahora a la misma vez,
si nos escuchas por turnos o al ser
todos los hombres que has sido puedes
atendernos a cada uno con el que fuiste tú,
tardes largas, veranos, pascuas, cumpleaños,
especialmente para nosotros.
13/3/14
12/3/14
9/3/14
4/3/14
es imposible imaginar
un mundo distinto a este,
aunque sueñe
con catástrofes naturales
y las bombas caigan
sobre vigas de piedra,
aunque tú hayas tenido una vida
en que mi forma era sólo
una palabra mecanografiada sin espacios,
aunque yo te prohibiera
cruzarte conmigo en madrid,
es imposible imaginar
un mundo distinto a este
en que despertamos juntos,
cocinamos juntos y nos desnudamos
juntos del pasado.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)