12/12/24

no te sorprendas, 
no finjas que te impresiona;
yo, como todas, estoy programada
para la inmolación. 

6/12/24

diez años
quererte es el cimiento,
la raíz, la espina vertebral,
el credo, el primer
aliento, la vela y el remo,
quererte es el ancla,
el oxígeno, la luz,
la piedra angular,
el ángulo recto, la tabla
del diez, la tilde en las esdrújulas,
las líneas de la mano,
el verbo. quererte
es la trenza, la promesa,
la forja, la elección
que cada instante hago,
mi idioma de verdad, la
transparencia. quererte,
amor, está predestinado
-en la segunda acepción
del diccionario-. 


30/11/24

hay un cuervo sentado en el sillón.
cuando tiras los cuentos al suelo
para cruzar un río, dice: nevermore.
cuando corres desnuda por la casa
escapando del pijama, dice: nevermore.
cuando me muerdes mamando,
dice: nevermore. y yo, por lo bajo, 
le respondo: parasiempreparasiempre
para siempre. 

29/11/24

es sagrado el tiempo que me doy contigo:
a nadie lo reclamo.
no importa si croan las ranas, si lloran los árboles,
si el nudo exacto de la trama está por desatarse;
tu risa borra los motivos,
para el reloj, transforma la narrativa. 
¡qué de veces me sentí templo antes de ti!
de tu mano me hago oblación,
emerjo agotada y feliz de la que era. 

28/11/24


de madrugada
con la fascinación de los niños eternos
te asías a mi pecho en la pesadilla, vampira
insaciable, y mamabas, mordías, mamabas
aferrándote con prisa, con violencia, con
la sed desesperada y real, de la vigilia;
el pavor me embargaba, no podía huir
de tu exigencia.
después, tus manos se llenaban de cristales
-restos de mí- y el miedo cambiaba de motivo,
mi regazo se hacía barco; la voz, nana;
y, olvidada de mí, te cantaba y te libraba 
del dolor.


27/11/24

suspenso en matemáticas
jamás aprendiste a contar
-ni a sumar, ni a multiplicar-
conmigo.
(así que, mejor, te resto).

25/11/24

nací siendo río,
a los 13 me volví valle
y a los 23, abismo.
después de ser bosque y flor y pájaro,
a los 33 me volví tumba,
a los 39, casa.
hoy, sin duda, soy montaña.

24/11/24

no sé si los fantamas
que ves en la casa, cervatillo,
son los tuyos o los míos
-los hermanos que no
llegaron a ser, el bisabuelo,
mis amigos...- sí sé
que no te dan miedo 
sus sombras de luz
así que deben ser buenos,
y, en esta familia, a los
fantasmas amables 
les contamos la vida,
les relatamos historias,
les cantamos canciones,
les hacemos encargos,
para que la muerte
sea un punto y aparte
y no, un punto y final.

22/11/24

canción para volver del parque
Ay, ya vienen las sombras,
ay, ay, tesoro chico, 
y levantas los brazos
con un miedo infinito.
Ay, que ha caído la noche,
ay, ay, tesoro chico, 
las estrellas no brillan,
es oscuro el camino.
Ay, me pides que cante,
ay, ay, y te has dormido. 

21/11/24

acaricio el lomo plateado de la aurora,
varada entre dos barcos durmientes,
enciendo el día y su labor poquito a poco,
desenredándome los sueños, las ideas. 
un instante del alba me pertenece
solo a mí, poseo con abaricia mi territorio,
me estiro, me regodeo, me baño en él. 
después abrís los ojos, dais un bostezo,
me coronáis con un nombre y la luz
se hace en la casa, de fiesta y bienvenida.
ya no soy solo yo, ni mía; soy, también, vuestra. 

20/11/24

antes de que rompiesen mi carne,
de que apurases mi cuerpo,
de buscarte en el hielo, en la nada,
en el reloj, en las ideas, en el deseo,
la palabra, el beso y la promesa,
antes, criatura nueva, ya te nombramos.

("nombrar es poseer", escribí hace muchos años,
por si acaso). 

18/11/24

giré la llave,
cerré la puerta,
silbé una canción de despedida.
qué fácil es volar
cuando te dejas. 

17/11/24

Para cerrar los ojos
hace falta un beso, una ducha,
una explosión;
no, una catástrofe.
Ante el desastre
hay que dejar los ojos abiertos
abiertos,
sin perder detalle,
para que luego el discurso
no haga de la herida
una ocasión. 

16/11/24

variación paraguas 1

no muerdas la mano
de quien te ofrece un paraguas
o acabaréis los dos calados
y habrás condenado a un alma amable
al descubrimiento fatal
de que tú no necesitas salvación
sino sentencia. 

variación paraguas 2

el mecanismo de un paraguas
es sencillo: no muerdas, no 
grites, no insultes, no hables
de lo que no sabes, no respondas
al bien con mal, ni hagas
soliloquios de barbarie.
lee poemas, canta en la ducha,
cocina para otros, planta un geranio. 
si dices que no existe el infierno,
no lo inventes para los demás. 

15/11/24

un día, dejarás de hacerme territorio
no convertirás mis piernas en silla, 
ni en tobogán, ni en caballo; no
te acogerás a mis brazos de cuna,
a mi pecho de lumbre, a mi vientre
de barco, ni te harás cuevas 
bajo mis rodillas. un día, no buscarás
el refugio de mi carne, me harás mujer,
persona, ente independiente a ti.
la posesión será solo metafórica.
un día, yo te veré vivir,
 como me mira mi madre. 

14/11/24

el ruido de la agenda,
los correos, el teléfono,
las cosas sin hacer, la lavadora,
el timbre, los platos
por lavar, mi lista eterna,
se acalla al fin al caer del día 
cuando inerme y febril
alzas las manos
y te acoges a sagrado
en mi regazo. 

13/11/24

redes 
Entro:
fotocopiadoras de odio,
de triunfos, de miseria y mentiras.
Salgo:
mi hija duerme, mi marido
hace la cena. 
El mundo se desdobla,
el ruido acalla la belleza. 
¿Duerme el malvado
a pierna suelta? 

12/11/24

las autoridades pertinentes declararon
el siniestro total cuando te fuiste
dejando huérfanas la cama y la cafetera.
no hubo forma de coser lo que olvidaste,
ni de salvar los discos, la ropa, aquel sillón.
no fue fácil ordenar el derribo total, 
te lo confieso; pero qué gusto 
verlo todo volando por los aires
-polvo eres y en polvo te convertirás-
y agarrar los libros, las heridas, un cuaderno
para coger un tren y que él me viera.
qué gusto que escribiera aquel mensaje
sobre el vestido que nunca te gustó.
así que, al fin y al cabo, gracias, amor
que fuiste tumba y precipicio, 
no puedo celebrar más tu despedida. 

10/11/24

domingo
no aspiro a más que a tu risa,
que a los verbos de mi hija que
a un café y a esta cama en bienvenida. 

9/11/24

de todos los puntos de mi vida
-en exámenes, bordados,
dibujos invisibles, partidos,
derrotas, íes o el carnet-
me quedo, sin dudarlo, 
con los trece que cerraron
la puerta que abriste en mí. 

7/11/24

amarte fue instantáneo
después de escribirnos en los libros,
en las redes, en la fe
durante diez años,
pasamos a escribirnos en las manos.

6/11/24

no creo en el infierno
el infierno es la ausencia de ternura
el demonio hace todas sus cosas aquí

5/11/24

leí a salinas
por primera vez
en una edición de periódico
amputada y probre
con papel reciclado
y veinte o treinta poemas. 
tenía dicisiete años y él
estaba muerto, pero me amaba 
como el chico de clase
como el chico del chat
como el amigo callado
de mi infancia al que nunca recordé. 
me amaba
y por sus versos 
andaba yo de puntillas
sobre tacones de estrellas:
otra y la misma
capaz de descifrar -sin la maestra-
el sentido absoluto 
del poema. fue
un triunfo atávico, de pertenencia,
un salir de la caverna, un effetá.
dejé que la poesía me mirara. 
me hice poeta. 

4/11/24

lunes, seis de la mañana
con el verbo, curto la luz;
instauro la aurora,
alejo las sombras de mis pies,
aparto el mar ignoto y negro
-la desesperanza- y elijo
remar en voz baja. 
mi hija trepa a mi boca,
me pide: canta. 

2/11/24

hay que volver a la normalidad
es alarido la memoria
del barro, queda 
prohibida la herida, la muerte,
la pala, la sed. 
ha dejado de llover;
siguen sin cantar los pájaros.

6/10/24

primero te busqué en la carne
tan llena de esperanza como un buque,
y no estabas.
te busqué en números, en calendarios
anotando el día
en que ibas a llegar para tener
listos los globos y la tarta,
la bienvenida,
pero no estabas. 
entonces te busqué en la sombra
y el miedo se hizo en las habitaciones
y un hueco, tuyo, fue creciéndo dentro
de mi cuerpo expectante
-no sabía si con ruido de pájaros
o de tumba-. 
llegaron los fantasmas, los espejos,
la vida de los otros convertida en una herida
abierta y fulminante 
en la que meter las manos.
y no estabas. 
te busqué en despachos tristes de hospitales
en silencios, tecnicismos, agujas, en pastillas,
tardes largas y temblores.
y no estabas.
de la mano del que amo me adentré en el hielo
en la gélida tundra
en lo azul paralizante
en la eternidad pausada y blanca, casi azul,
en el invierno más vacío de mi vida
donde no pude alimentar osos polares
ni alcanzar estrellas.
y, a pesar del viento, de la ciencia, del
dolor y del cansancio, grité tu nombre. 
una y otra vez, una y otra vez tu nombre.
hija mía. hija
mía.
mi voz te despertó. 
tú te giraste a mí, semilla helada,
tú te aferraste al fuego que tenía:
estabas. 
ya no importaban el frío lacerante, ni la sangre,
ni la duda y ni la muerte, tú
estabas. 
existías más allá de la palabra o el deseo,
más allá del vértigo y la luz,
criatura nueva hiciste
de la búsqueda un camino
y ahora, mamas. 

6/6/24

recogí las piedras que me tirasteis
(mansa) (torpe) (predecible) (rara)
(cándida) (incapaz) y me hice una casa.
-en ella bordo, bebo té, amo y escribo-. 

20/5/24

se una buena hija
se una buena esposa
se una buena madre
se una mujer buena,
una buena mujer
convierte
en panal el pensamiento
y destila miel
allá donde vayas
sin pensar en los zumbidos
sin pensar en lo que no tienes
que pensar
cicatriza pronto
anda recta
mantén el tipo
no vaya a ser que te engorde la felicidad
y te salgan flores por los ojos y por
la boca y todo el mundo sepa
que no eres buena hija
buena esposa buena 
madre 
y todo el mundo sepa
que no te peinas nunca que al besar
abres los ojos
que dices
palabrotas 
que no barres la casa y la ropa
está por recoger que duermes
largas siestas
asida de tu hija como un faro
que la alegría
está en hacer cosas pequeñas
imperfectas torpes desmedidas
que la alegría acaba y empieza
justo ahora

20/2/24

Las manos de mi hija
-brizna de Dios-
al posarse sobre mí
me reconfortan.