en la radio que improviso por las tardes
me traslado a los meses de verano
-no importa que hoy esté leyendo
a Joan Margarit en un hostel barato -,
mi corazón se incendia de noches y oleajes,
sintiendo que vas a secuestrarme otra semana
para alejarme del mundo, de mis padres y el recuerdo,
como hacías antes.
*
4 comentarios:
El impulso certero de querer desaparecer de cierto modo.Una huida par,donde el nombre que ahoga o atraganta sigue siendo él.
yo quiero que me alejen del mundo.. YA YA YA YA!!
Muáaas
Sabes algo, Joan Margarit era cliente mio hace unos cuantos (bastantes) años y por aquel entonces, no sabía que además de Arquitecto era poeta.
Ahora cuando a veces lo saludo, pienso en si debo hacerle una reverencia ;))
Besos
secuestro...yo lo llamaba kit-kat
pero lo LLAMABA...
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