3/12/12

nos hicieron mentir.
después fue fácil decir la verdad
porque eran incapaces de creerla.
tú vivías amarrado a mi costilla y decías
qué lejos estoy de ti, mujer posible.
yo, en tu piel cosida, fingía:
qué frío se llama tu ausencia.
aprendimos la relatividad del tiempo y del espacio
porque aquí y allí sólo éramos,
entre tren y tren, los mismos.

2 comentarios:

inma ortiz dijo...

Qué bello.

José A. García dijo...

Mentiras y verdades, todas realidades bien relativas...

Saludos

J.