han crecido árboles en el centro de la casa,
los pájaros anidan en sus vértebras y un río
recorre una pared cruzando el cuarto.
he tendido mi ropa de las ramas,
he tendido mi cuerpo en este suelo
tras salvar los libros del agua y las serpientes.
pertenezco. ya no aguardo, ahora vivo
gobernando a cada fiera por su nombre.
12/9/12
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1 comentario:
Gobernando a cada fiera por su nombre,
pero sin dejar,
nunca,
de ser quien soy.
Saludos
J.
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