28/11/11

tengo miedo y lleno la jarra de agua
hasta el borde, hasta arriba,
entonces la miro sobre la mesa
y vierto su contenido una y otra vez
en el vaso impoluto que sostengo, trago, dejo
convencida de que el líquido transparente
es mágico y que borra -como las manchas
en la lavadora- los tiznes en mí
convencida de que, cuando acabe
y la jarra sea un cuerpo, todo esto,
el miedo torpe, sin sentido,
se habrá quedado hueco, también,
o todo limpio.

3 comentarios:

José A. García dijo...

El agua hace milagros, sólo si la voluntad así lo quiere...

Saludos

J.

DANI dijo...

prrffffdsfsrtftfssssssssssss, sigo siendo igual de verde :)))

Besazos enormes

இலை Bohemia இலை dijo...

Me dio sed...de pronto el vaso que tengo delante comenzó a llamarme...