24/1/11

Su vestido estaba escrito de antemano, supongo que también sus piernas y su manera de mirar directamente a los ojos, como si estuviese dispuesta a arrasar con todas las leyes que conozco. Olía a naranjas y mentía lo suficientemente mal como para dejarme envenenar sin resistencia. Supe que se llamaba Clara demasiado tarde, como todos. 

1 comentario:

DANI dijo...

Fuera de tiempo???? joder que cruel eres ;)

Besos enormes