10/10/10

qué cansado este amor subliminal,
estas ganas de querernos codificadas,
qué agotador traducir a silencio
los impulsos de tenernos.
Menuda pobreza de fe, tremendos
ahorros de mimos,
podríamos invertirnos a nosotros
en nosotros mismos.

*

3 comentarios:

Carlos dijo...

una genialidad.

Sabagg dijo...

Gran inversión para invertir alguna que otra situación...

MâKtü[b] dijo...

bien dicho! hombre ya!