De madrugada, cuando no puedo dormir, a veces escribo todas esas cosas que ya no podemos decirnos, por ejemplo, quiero que juguemos en el mismo equipo. Primero las escribo con la imaginación y, después cuando me siento perdida, deambulo por la casa buscando un bolígrafo y un trozo de papel -una factura, cualquier carta, la nota del casero- porque sé que como no acabe con el ritmo frenético de las palabras, seré incapaz de conquistar al sueño o estará lleno de ti.
También, de madrugada, bajo otras luces, al imaginar que he conquistado la noche vaciándola de preguntas, me despierta una imagen en forma de aguja cortándome el aire. Entonces no importa si escribo, si ando o no ando desnuda, si agarro la última novela o bebo agua, si existes. Porque el mundo ha desgarrado el equilibro y no sé quién soy -como si el guisante invisible de una certeza me hubiese golpeado en las costillas-.
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9 comentarios:
eres BESTIAL
Te leo desde hace tiempo, en visitas espaciadas en el tiempo, y siempre salgo contento de tu blog. Megusta cómo escribes y lo que escribes. ¿Quieres venir al mío? Creo (sin ser pretencioso) que te puede gustar. http://imagenesapalabradas.blogspot.com. Sólo si te apetece.
NO comento. Me haría demasiado repetitivo ;)
Besos dormidos del todo
Ellos ya lo han dicho todo!
Yo solo puedo decirte que cuando saques un libro espero que me lo firmes!!
como si el guisante invisible de una certeza me hubiese golpeado en las costillas...
Chapeu!
Un besito, A i r e...
Yo también quisiera despertarme en medio de la noche y escribir, pero el sueño profundo. Suena extraño, lo sé.
No duermas.
Conozco ese insomnio…
Este texto es genial. Buenísimo. Eso creo yo.
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