17/11/09


¿Por qué te tratas así, mujer, cortándote las alas como sombras mal cosidas a la espalda? Deja de atarte el corazón para que no sienta miedo, para que no recuerde. Te estás convirtiendo en piedra, mujer, estás envenenándote la piel. Si sigues imponiéndote esta ley, vas a conseguirlo, lo sabes, y después nadie vendrá a salvarte. Esta historia nos la conocemos bien, tú y yo. No puedes ser imparcial con la emoción. No puedes ser pretendidamente justa.

5 comentarios:

Espiritu Zen dijo...

A veces las circunstancias te hacen así. La vida es dura y en ocasiones te hace un tempano de hielo.
Solo con constancia y con mucho amor se puede atravesar ese muro que muchas veces no es más que un simple disfraz de autoprtotección.

Un abrazo.

MâKtü[b] dijo...

No se puede ser objetivos si hablamos de sentimientos...

Gabiprog dijo...

La coherencia es amiga de la sinceridad, y para ambas el frio no es nada bueno.

Anónimo dijo...

La justicia en el amor es correspondencia.

DANI dijo...

No te encierres Lucía, ahí fuera, hay un montón de mundo, como para convertirse en piedra y perderselo.

Besos vivitos y coleando