de lunes a domingo
me
obligo a la costumbre,
hago
de
lo cotidiano un acto reverente,
de
la monotonía un dios piadoso,
vuelvo
a la cocina, riego
las
macetas, limpio los espejos
donde
miro sin ansia de respuestas,
acaricio
los minutos en tu pelo
y
te sonrío,
cubierta
por la manta tibia
que
cose el día a día en tu presencia.
1 comentario:
Cálido, como si me cubriera con esa "manta tibia".
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