llegué por fin a tu boca
con la fuerza viva de la curiosidad
y el arrojo interno de los conquistadores
que soñaban con islas y tesoros,
con la agonía última del mártir fingido
y la sed reveladora del que busca
la fuente de la eterna juventud sin encontrarla.
leve llegué, trastabillando,
a la cercanía íntima de tu respiración helada.
fatal hallazgo:
descubrí que en tus labios
sólo había carmín.
18/2/14
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario