16/10/13

yo nunca sé
-es necesario que lo diga-.
la sed,
esta sed,
aparece repetida y
cada fecha,
cada dato,
que cualquiera
blande ante mí como una espada de conocimiento,
entra
y después sale:
1492, nada;
el nombre propio,
olvidado;
el lugar,
fijado en un mapa que no guardo.
mi memoria es una red
cuando te miro al despertarme
y te pregunto:
"¿y tú? di,
¿de dónde sales?"

2 comentarios:

José A. García dijo...

¿Quién no quisiera poseer, al menos por una vez, una brújula para sus recuerdos...?

Suerte

J.

Juan dijo...

Este me gustó mucho.