19/8/12

el cielo está nublado y el calor se hace imposible en una ciudad en la que no se mueve el viento
la ropa tendida aguarda, con todos los sentidos alerta, la menor ráfaga de aire
y los motores de los ventiladores inundan las calles de sonidos pesados, como si monstruos eléctricos intentasen dar un golpe libertario lentamente, cansinamente
oigo los animales quejarse en los balcones, los coches rugiendo pesados, las páginas al pasarse
quizá tú oigas cosas parecidas desde el centro del mapa, algo más lejos los sonidos de la calle, tal vez
alguna sirena de ambulancia o el estrépito del barrio vacío que consigue asolarlo todo en agosto
los ruidos en verano son los mismos, los hombres no. nosotros no. ahora que lo sabemos somos distintos

1 comentario:

.A dijo...

ahora que sabemos la verdad la afrontamos de otra forma