22/5/12


será que marte es el dios de la guerra
y aún no he comenzado mi café

porque hombres invisibles, los recuerdos
se alinean en los bordes de mi cama
y van besando, lentamente, cicatrices,
labios, marcas, como un rito
olvidado por los siglos.
me giro, les ofrezco todo el cuerpo,
y, cuando acaban, comienzan a rezar
las letras, las letras que me forman
intentando deshacerme con sus lenguas.