30/12/11

vuelvo, camino del invierno,
de tu voz a mis manías.
convoco a mis monstruos domesticados
y los pongo a bailar en fila cualquier canción estúpida de piratas victoriosos.
es mi modo de encender el tiempo cuando no estás.
también colecciono barcos, cuento azulejos
y leo largas novelas de caballería,
pero lo de los monstruos es mejor,
porque nos conocemos y hemos acabado
por hacernos gracia.

1 comentario:

Vagamundo dijo...

Hablar con los monstruos de uno: aunque no hagan gracia, siempre tienen algo que decirnos.