20/9/11

la princesa de tinta azul se mira los dedos manchados y mira el trabajo y el reloj, quizá la hora. se pregunta si saldrá ese color de su piel y tararea molesta concentrada en una palabra difícil. entonces la ciudad se hace enorme un segundo antes de volverse diminuta y caber en su salón, porque nada más importa salvo ella. 

6 comentarios:

FacuZ dijo...

Necesita alguien que la ponga colorada?


Un beso,
Facu.

Jorge Maseda dijo...

Seguro que este poema esconde un cómo, un qué mas qué y algo más, de momento, me ha encantado y seguiré descubriendo su metáfora, salvo que ella me descubra a mi aún en tinta.
Un abrazo.


jorgemaseda.blogspot.com

ele* dijo...

lo más importante siempre es uno mismo, aunque a veces se nos olvide ;)

MâKtü[b] dijo...

Mientras no se manche la ropa ^^

MâKtü[b] dijo...

Mientras no se manche la ropa ^^

José A. García dijo...

Nada más existe, nada más importa.

Saludos

J.