6/7/11

recorría la cuerda floja, con cara de idiota, con su estúpida cara de a mí no puede pasarme nada, fingiendo la inmortalidad a cada paso decidido y alerta. recorría la cuerda floja y yo quería gritar, llamar a una ambulancia, alertar al público, preparar las vendas la lápida las lágrimas. pero el tiempo dejaba de moverse, la distancia se multiplicaba y el cuello me dolía de mirar, aterrada, hacia lo alto. 

6 comentarios:

Jorge Maseda dijo...

Curiosa sensación, eh?
me pareció estar ahí,
en un circo cualquiera
temiendo por la vida del
trapecista a cada paso
por la cuerda.

Laura dijo...

Pasé por aqui y como siempre me encantó la visita.
un beso

Darío dijo...

Vengo del Pequeño Viajero, a encantarme en este mar precioso en tu barco de papel.
Me duele el cuello de mirar hacia lo alto.

.A dijo...

la encantaba hacer estupideces para que yo la mirase.. y no la quitase los ojos de encima..

DANI dijo...

Sin riesgo no hay nada :(

Besazos arriesgados

El Poeta Maldito dijo...

Y qué pasó?