18/7/11

había estado dando vueltas en la cama hasta la madrugada, incómoda sin ningún motivo, rodeada por los lindes de su escenario conocido sin conciliar el sueño. la primera luz gris de la mañana la asaltó inclemente descubriendo el misterio del insomnio: era su respiración. era la falta de su respiración. la falta de su respiración lo que la hacía no sentirse en casa y deambular entre las sábanas como un niño extraviado. 

2 comentarios:

DANI dijo...

Aisss jodeeeeeeeeeeeerrr, mira que voy y la abrazo, eh!!!

Besazos enormes

El Poeta Maldito dijo...

Es un poco el abrigo de las costumbres, de aquellas cosas que las sentimos parte nuestra, de una manera tan exagerada que la creemos como algo real.