hoy viajo entre china y mi edredón
escucho tu voz
-es casi un faro
inaudita
con todo lo que dice esa palabra-
y ronroneo entre las mantas
después llegan bandejas
cargadas de jade y de sutiles
pétalos de arroz
desapareces
tu risa despereza el loto
adormecido entre mi pelo.
son blancas las sábanas
y amanece en algún sitio,
quizá aquí
me hago de ti, tú tarareas
mudándote en ofrenda ante unos dioses
a los que desconoces,
incienso del duermevela tibio
que son mis brazos.
vuelves,
estamos juntos
y oriente me parece inaccesible
lejos de tu boca occidental.
5 comentarios:
Viva la madre que te parió.
Hace mucho que no comentaba. Estuve dándole vueltas y realmente es difícil comentar tus poemas sin repetirse. Yo te diría siempre lo mismo, lo que escribí al principio.
Gracias por tu aire siempre fresco.
Un abrazo.
tu voz
-es casi un faro
inaudita
qué belleza , es genial!
un beso guapa ♥
Si es que cuando te pones....
Besos arrugaditos
Carroll conoció a Benedetti y no se sabe cómo surgió Aíre...
¿Tengo la cara verde?
No te preocupes, es envidia xD
Ahora me toca a mi!!
Pero siempre de la sana ;)
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