A los cinco años, Carlota decidió que su príncipe azul sería el hombre que descubriese los dos extraños lunares que tenía en la planta del pie. Ese hombre, fuese quien fuese, sería perfecto. Por eso, veinte años después, cuando Rafa le dice, como quien no sabe la historia: "Anda, bonito lunar, había visto el que tienes entre los dedos, pero no el que tienes justo en la planta", Carlota siente que el mundo se le da la vuelta y, por primera vez, para bien.
5/11/10
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12 comentarios:
Me ha encantado!Superoriginal y genial!
pequeños instantes para ser felices..
Yo de pequeña tenía decidido que mi principe azul sabría condudir alfombras mágicas y.... y para que seguir contándote si aún no he encontrado a ninguno con carné alfombrístico ^^
pequeños lunares escondidos....
besos
Ohhh que tierno.
Me encanta Rafa, es muy dulce.
Ojalá me cruce por fin con el hombre que sepa encontrar mis lunares secretos.
Un beso
MI hija dice que yo soy el suyo ja ja ja creo que nunca lo he sido de nadie más, pero soy el tio más feliz del mundo ja ja ja
Besos bonita
Pues si que tuvo suerte Rafa. Me encantan estas historias pequeñas tuyas que cuentan tanto.
AAhhhh!!!!!!!!! me encanta esta entrada...es muy de persona que cuenta hasta 3 para decir algo absurdamente importante....jijiji
Cómo de sencillo se cierra un círculo, se cumple lo que se espera... con esperanza. Me gusta. Un abrazo!
sin palabras...Carlota seguro que es feliz...no siempre hay alguien que te descubre poco a poco, sin que te des cuenta...
El asunto es que Rafa no sea podologo... Que si no, esto no tiene miga!
:)
Ohhh, es precioso!
Carlota tiene que ser superfeliz, creo que la envidio :)
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