Me gusta no tener que conducir para volver del trabajo, prefiero mil veces sentarme de copiloto y pensar en las musarañas o comentar las estupideces del día. Hoy, afortunadamente, conduce Carlos, lo que me permite recostarme en el asiento y relajarme antes de pensar en qué voy a comer.
-¡Que por ahí no es! -exclamo al ver que en lugar de coger la primera salida de la rotonda, ha seguido para enfilar la segunda.
-Ya lo sé -responde escueto, concentrado en el camino, que se interna montaña arriba entre los árboles.
-¿Qué haces? -pregunto incorporándome para asomarme bien a la ventanilla.
-Alimento tu imaginación -se ríe Carlos tomando una salida a la izquierda, hacia una carretera de tierra.
-¿Vas a matarme en el medio del bosque? -me quejo volviéndome a recostar con los brazos cruzados.
-Creí que fantaseabas mejor -me responde con una sonrisa pícara mientras toma una curva. Y lo dice de tal modo que no puedo hacer más que enrojecer y cerrar la boca.
1 comentario:
Por favor, acepta mis disculpas, pero hoy me he propuesto llenarte el correo con mis comentarios xD
Quizás de leerme tanto me odias un poco y pasas de la desnutrición al enfado ^^
Solo quiero que vuelvas a releer este post, ¡no tienes comentarios y es maravilloso!
¡Un mal sueño nos hace perder la fantasia! ¡Socorroooo! ¡Que alguien la devuelva a esa carretera de tierra y la deje alli sola para respirar!
shhhhh, pero la ciudad, a veces, nos bloquea demasiado...
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