18/5/10

A veces escribo al hombre que nunca tuve y que no existe,
al que añoro cuando bajo la cama se me apilan los muertos,
como aquella noche en que desperté de madrugada
deseando que volvieras a abrazarme
porque tenía miedo y estaba cansada y sola.

Hay algo terrible en todo esto,
quiero decir,
en echar de menos lo que nunca se ha tenido,
por ejemplo tú,
todos mis hijos,
el ruido que haces cuando te afeitas para una entrevista de trabajo
o la carita de Javier cuando se duerme entre mis brazos.

Sí, hay algo de cruel en todo esto
de soñar con un futuro que no es
como si Ariel jamás hubiese conseguido tener piernas
y yo me hubiese quedado en un principio interminable.

A veces escribo al hombre que nunca tuve
que no me hizo el amor, que no colonizó mis horizontes,
entonces se abre un vértigo capaz desde mi carne
como cuando, de una bofetada, tu madre te bajaba
del barco que habías improvisado
antes de ir otra mañana al colegio.

A veces escribo al hombre que no existe
como una víctima idiota de todos esos cuentos de la infancia
con mujeres sumisas, silenciosas, pálidas de enfermedad,
muertas de hambre
y hay
algo de terrible en todo esto.

8 comentarios:

Sabagg dijo...

Siempre grande, pero para mí es de lo más hondo, intenso y conmovedor que he leído tuyo y de más gente. Espectacular. A mí a veces una mujer me escribe, pero no me ve cuando la miro.

MâKtü[b] dijo...

Como diría un amigo..."hay que soñar fuerte"

Tu post me recuerda a la película de "prácticamente magia" nose si la habrás visto, pero la pequeña Sally hace un conjuro para crear a su hombre ideal, un imposible, y asi no enamorarse nunca. Es antigua, pero me encanta! ^^

Chloé dijo...

Que preciosidad de texto.
Aveces nos hacemos a la idea de algo,tanto lo queremos,tanto nos lo imaginamos y lo reproducimos en nuestra mente que acabos por creernos lo.
Somos victimas de nuestras ilusiones.

ALE. dijo...

Y me entero hoy acá,que a veces alguien puede escribir lo imposible.

Me conmovió.

DANI dijo...

Creo que yo también he soñado demasiadas veces. Y también tengo un angel que me habla despacito al oido.

Creo que me he enamorado de este texto.

Besos adorables

Juan dijo...

La mujer inexistente puede estar del otro lado del mar, lejos, o puede no existir, o pude haberla conocido y por algún extraño capricho del destino volví en el tiempo sin recuerdo alguno y ahora estoy buscándola.

la chica de las biscotelas dijo...

pues si a eso le unes escribir sobre lugares no conocidos ni te cuento, si que es cierto, en los hologramas hay algo de terrible...

Gabrielle dijo...

¿Ese hombre existió? Cuéntame, me angustia un poco!