18/3/10

Habían cerrado todos los bares, pero queríamos seguir celebrándolo -no tengo muy claro el qué, no sé si el habernos conocido o el que no nos importábamos lo suficiente como para llamarnos por la mañana, la cosa es que queríamos seguir celebrándolo-. Nos tambaleamos hasta mi apartamento por las calles vacías. Él iba cantando y yo trataba de cerrarle la boca -con la boca, las manos las tenía ocupadas sujetando la última copa- para que los vecinos no llamasen a la policía. Bailó conmigo un amago de tango mientras buscaba las llaves en mi abrigo y creo que recitó algo de Hamlet, balbuceando por las escaleras. Yo sólo podía reír y eso lo hacía crecerse -los actores siempre son así-. Mi vaso se quedó en la entrada como todo lo demás.

4 comentarios:

la chica de las biscotelas dijo...

qué preciosidad!

gloria dijo...

Lo que daría por un momento así ahora, Aire (y si no ahora, una de estas noches...)
Besos.

MâKtü[b] dijo...

Los actores siempre son así...me encantó esa parte ;)

DANI dijo...

Me defina usted "actor". Profesionales o aficionados de la vida ;)

Besos teatrales