25/1/10

porque alicia no se dejó besar
Si ando hacia ti
siempre encuentro piedra
y no hay faro
ni estrellas capaces
de guiarme a tus orillas.
El mar permanece callado,
arena de desierto,
y son ecos mis voces
en el fondo del pozo
de un amanecer sin luna.
Me canso de remar
y pasearme
divisando el oasis
de tu boca,
apartando sirenas
que se enredan en mis pies.
Ella no te va querer
-cantan- como nosotras.
Entonces, si me detengo,
si miro sus cabelleras rojas,
sus océanos desnudos
de propuestas cristalinas,
pienso -nadando lejos de ti-
hundirme
hacia tu ausencia,
para librarme con ellas
de este lastre de quererte
y que tú no quieras.

2 comentarios:

DANI dijo...

Jodida situación. Dar y esperar ;)

Besos hundidos

MâKtü[b] dijo...

El mar...siempre tan presente, tan testigo...