Aquel día no tenía mucho que decir, estaba cansada y había pasado la mayor parte del tiempo durmiendo. Aún así, había encontrado una posición en la que todo lo que sentía parecía adormecerse, de modo que tenía miedo a realizar cualquier movimiento por si la ilusión se desvanecía y ella volvía a estar allí.
20/1/10
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Intentar no respirar para que todo permanezca...para que no estalle la pompa de jabón...
Leer esto es mecerse en una hamaca.
Suave...
cariños, Aire
cada movimiento supone un nuevo cambio..
mejor no moverse...
Pues yo que tengo tembleques mientras duermo, nunca podria conseguir eso ja ja ja
Besos cafeteros
Publicar un comentario