23/11/09


Quería saber cuál era la puerta para salir de allí, pero había tantas que tenía miedo de equivocarse. Así que se sentó a esperar a que alguien le susurrase una buena idea. El problema es que estaba completamente aislada allí y eso, irremediablemente, significaba que estaba sola. Cuando llevaba un tiempo practicando su estúpido intento, le pareció escuchar el sonido de un pomo al ser girado, pero descubrió pronto que sólo era el ruido de sus tripas rugiendo de hambre -de hambre y de amor-. Apoyó las manos a su espalda y estiró las piernas. Aquello iba para largo.

1 comentario:

DANI dijo...

Se que el sentido es distinto, pero releyendolo una y otra vez, también podría encajar con alguna de las últimas fotografias ;))

Besos preciosos