25/11/09


Lucía apagó el paraguas contra sus manos heladas. Sentía el frío colándose en todos los rincones de la casa y de ella. Todo estaba lleno de charcos, pero no había empezado a llover. El pasillo era un espejo de humedad y en el sueño no se veía tan bonita, se veía simplemente ella.
-Voy a morir -le susurró asustada al equilibrio.
Le respondió una risa suave de grillos, helándole la sangre. Un campo de amapolas surgió en el comedor cuando coleccionaba vasos de cristal vacíos sobre las estanterías y un libro le fue recitando su historia con voz de actor venido a menos. Se tocó la barriga con dedos grises para que creciesen canciones a su alrededor, pero en la cama sólo dormían tres sapos coronados de maiz.
Lo importante, al final de todo, era el abrigo rojo que reconocieron los lobos cuando la vieron llegar, herida al lavabo, con miedo en los ojos y boca incendiada. Lo importante fue lo que pasó en la cocina, cuando el suelo se abrió como un prado para recibirla.
-Voy a morir -repitió mirándose la piel-. Voy a morirme.


Dani, me lo inspiraron tus fotografías de hoy y la canción.


1 comentario:

DANI dijo...

Sabes algo? te voy a contar un secreto. Cada noche cuando leo las actualizaciones de los blogs, el tuyo lo dejo siempre para el final, porque se que siempre encontraré algo que me emocionará.

Hoy, después de leer esto, te confieso que me he hecho esfuerzos para que no me resbalase una lágrima.

Creo que has captado ese sentimiento que llevaba demasiado tiempo escondido. La de la foto de abajo a la izquierda es Marta (mi mujersinpasarporlavicaria) y esa foto fué tomada pocos días después de que Toni, su padre, fuera arrollado por un camión cuando volvía en coche de Madrid.

No se si en ese preciso momento estaba pensando lo que tu cuentas.

Fue un tormenta de verdad y de eso ya hace cinco años.

Y pienso que aún sigo debiéndole mucho.

Besos emocionados