18/6/09


Se dejó la postal olvidada sobre el muro de piedra helada, las vidrieras altas parecían señalarla con distintos tonos de luz. Todo fue en vano. Ella pasó, pero no la vio, por mucho que las palabras negras le gritasen desde el silencio.

4 comentarios:

gloria dijo...

Yo me alegro de poder verte, me alegro de poder oír nítidas tus palabras atravesando la oscuridad...

(acabo de recordar lo que echaba de menos este Aire fresco)

Un beso

DANI dijo...

Ahora mismo, acaba de caer la oscuridad sobre mi.

Besos sin luz

Estoicolgado dijo...

Perderse en el gótico es fascinante, pero las vidrieras de León son un caso a parte...

se respira trascendental

Gabiprog dijo...

A veces vista y alma no hablan el mismo idioma...