8/5/09


Abandonas, sobre el cristal,
tus manos ciegas de belleza.
Disimulas en tus ojos un vacío
de coches abandonados,
de amapolas tristes en el quitamiedos.
.
Ya no queda voz que te socorra
del silencio intermitente de la ira,
estás solo, frente a ti, desdibujado
en otros taxis, otras plazas, otros gestos
que disparas contra el mundo
en amenazas rotas como minas.
.
Y recoges, de los restos del fracaso
-un quizá, un pudo ser, un qué sería-.
piezas cojas, nombres, cuerdas mudas,
sal y tierra entre los dedos, algas, yo
cruzada de piernas en tu boca,
como un sueño perdido en cuatro apuestas
que después no valían para nada.

5 comentarios:

hombrepez dijo...

Que maravilla....

(aunque duele)


Abrazos


("vacío de coches abandonados"...que envidia de verso)

gloria dijo...

Del fracaso renacemos, a base de piezas rotas que acumulamos sin sentido, a base de pisadas en ciudades que no habitamos nunca, nómadas del sentimiento y de la vida... dejando un rastro... el verso.

(bien sirvió ese dormitar de piernas cruzadas en su boca para traernos este poema)

Besos.

Gabiprog dijo...

Es curioso como los dedos escriben poesía mientras el alma se lame sus heridas....

Estoicolgado dijo...

el cristal siempre que se rompe lo hace en pedazos...

Luar dijo...

ya solo queda el aire...