7/6/07

Él lee mis cartas de amor y si le digo bajito “prometo volver”, no desconfía. Nunca nota las distancias y siempre tiene caricias, millones de caricias, recogidas para mí. Sabe besar, salado y tierno, cuando me tumbo en su orilla y entierra mis pies sollozando para que no me marche, pero siempre, siempre, por mucho que le duela, me deja volar. Cuando me duermo, me arrulla. Cuando despierto, me hace tararear canciones de sirenas y ¡no sé por qué las conozco!, debe recitármelas en vela cuando sueño. Le escribo palabras en la piel, con mis dedos mojados, palabras que sólo entendemos los dos y a veces nos reímos al decirlas. Le encanta tenerme y agarrarme por la cintura, a mí solita, entonces promete en silencio eternidades que nunca conoceré, ansiando que duraré para siempre, aunque sea mentira. Conoce los poros de mi piel que lo necesitan, recoge mi pelo, lo expande y reparte cuando me dejo llevar a su mundo de ir y venir dentro del vientre. Me pinta sonrisas con sólo aparecer en la distancia y juguetea con mis sandalias si me alejo demasiado. A veces se acuerda de otras que vinieron a tomarlo y entristece embravecido con llanto tremendo, “ahora estoy yo”, lo mezo tranquila y aterrada entre sus manos voraces, “ahora estoy yo”, hasta que suspira lívido y me pide perdón con conchitas marinas. Viene luego a hablarme de tesoros con voz profunda y serena, sólo para tentarme, aunque sabe que no sirve para nada, que no podré nunca abandonarme para siempre entre sus aguas.
(Me escapo unos días a enamorarme del mar)

4 comentarios:

Cachorro dijo...

lo has escrito tu?

www.titistas.blogespot.com

Unknown dijo...

…los caballitos ensayaban un tema de Miles Davis, las sardinas frotaban sus barrigas plateadas contra los corales para brillar mas que nunca, el sol se afanaba en calentar el agua mientras el resto de los peces repartían bolsas de sal por todo el fondo, hasta las langostas, que no suelen hacer nada, recogieron algas y dibujaron espirales sobre la arena… -todo listo! todos preparados! -gritó Neptuno nervioso, ya lo noto, pronto todo esto se llenará de aire!!!!!

Luar dijo...

Conoci una niña que vivia en el mar. No era una sirena! Solo un niña pequena y sin nombre. Su casa era una gruta y le hacian compañia: un pulpo, un cangrejo y un pez. Un dia, en las rocas, encontro un niño que miraba la luna y jugaba con la manos. Esa noche empezó una preciosa história de amor ...... muchos años pasaran... pero siempre será mi "menina do mar".

Patricia García-Rojo dijo...

ay... ya estamos en casa, con el corazón tan triste de añorar la sal...

¿Cachorro, quién eres xD? Date a conocer, y sí lo he escrito yo en un arrebato de añoranza!