24/5/18

-Soy el grito, soy la muerte, soy el fuego.
-Ven...
-Te quemaré, te hundiré, te ahogaré si llego.
-Ven.
-Te destrozarán mis manos, te heriré la luz. Voy a hacerlo.
-Ven, reposa aquí, te ofrezco el pecho.
-Voy a romper...
-Estás cansada, te ofrezco el pecho.
-Voy a incendiar...
-Cierra los ojos. Estás cansada.
-Pero yo...
-Duerme en mi pecho.
-Es cálido. Respiras.
-Respiramos.
-Tú y yo.
-Y el cansancio.
-¿Me cantas en voz baja?


2 comentarios:

José A. García dijo...

Las bestias más feroces se claman con la palabra indicada.

Perfecto.

Saludos!

J.

Anónimo dijo...

¿Qué rabia no busca un pecho calmado donde morir?

Me encanta.

Olivia.