cuando tú me rompiste un ala,
aunque dijeses lo siento,
aunque besases la piel
enrojecida,
el daño
parecía irreparable y volar
una utopía pensada para otros.
por eso, cuando la pluma creció,
cuando el hueso
se fue haciendo
hierro en el cristal, y el viento
recuperó la forma,
no dije nunca más tu nombre.
tornarse pájaro borra
al cazador de la ecuación,
borra sus armas.
cuando tú me rompiste,
me expandiste el pecho
y el horizonte.
22/5/18
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