no convertirás mis piernas en silla,
ni en tobogán, ni en caballo; no
te acogerás a mis brazos de cuna,
a mi pecho de lumbre, a mi vientre
de barco, ni te harás cuevas
bajo mis rodillas. un día, no buscarás
el refugio de mi carne, me harás mujer,
persona, ente independiente a ti.
la posesión será solo metafórica.
un día, yo te veré vivir,
como me mira mi madre.
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