"¿cuál es la condición para la derrota?"
lo preguntó de tal manera
que no pude responder con una broma.
"¿rendirse?" dije
recordando los tópicos del cine y de la épica.
él negó como quien rompe
la corriente del agua con las manos.
a través de sus ojos
vi una selva como la de conrad
en el corazón de las tinieblas.
"ser peor que el enemigo" susurró
llenándome de sombras los oídos.
su boca se alzó repleta de victorias.
yo quise bajar los estandartes, sacar
los paños blancos, mandar un emisario confiable.
pero no.
sus labios repletos de cadáveres llegaron
a los míos como una oblación.
ingenua servidumbre,
el placer no me dio la victoria.
15/1/20
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