17/12/18

8:47
está oscuro el pasillo,
la puerta entreabierta,
el silbido del viento
gélido por los pasillos.
está la luz a medias,
el mundo por empezar,
la voz por reconocerse,
y tú sujetas el último
beso incandescente
muy cerca de mi boca,
para que el sol
nos amanezca en la lengua
y su calor repentino
nos salve del frío
que amenaza la rutina
de los lunes, es por eso
que recuerdo que soy
lo que debía y que tú
pintas tigres feroces
empapados por la lluvia.

1 comentario:

José A. García dijo...

Por alguna razón incomprensible, uno siempre acaba creyéndose más de lo que efectivamente es...

Saludos,

J.