14/11/18

todos tenemos fantasmas dentro,
me dices,
y la tarde cae a mi espalda,
lejos,
dejando en penumbra el pasillo en el que hablamos.
todos tenemos fantasmas dentro
cuando vuelvo hacia tu abrazo,
lívida -como si el fin
se me hubiese pasado de fecha
y llegase tarde con los globos y la tarta-.
dejo tu mano entre mi pecho
y apoyo
en tu palma perfecta el peso
de mi corazón fatigado.
todos tenemos fantasmas dentro:
a esta hora del otoño
los míos andan cansados,
hablando lenguas raras, llorando
por la casa, hurgando
entre los libros.
tienes los riñones fríos,
me dices
palpándome la espalda, abriéndome
los ojos a las sombras
que han colmado las habitaciones
como si todas las palabras
se hubiesen tragado la luz.
serán los fantasmas,
respondo,
y enciendo el microondas,
saco la miel,
vacío de sentido la cocina posándome
de nuevo en ti, que me acaricias.
todos tenemos fantasmas dentro
sin cobrarles alquiler
ni nada

2 comentarios:

Laura dijo...

Todos tenemos fantasmas dentro sin cobrarles alquiler ni nada....
Esto , me ha encantado!
Un saludo

José A. García dijo...

Los fantasmas siempre aparecen en los momentos más inesperados...

Saludos,

J.