lo que te entrego,
que crece en las ramas de ese mundo
construido por los dos al elevarnos,
no calma la sed: la eterniza;
no quita el hambre: la azuza;
no apaga el miedo: lo eleva.
mi ofrenda no seduce a ningún dios:
la muerte llega.
y en el segundo, la victoria.
lo que te entrego es hoy,
ahora, un canto de begonia y luz
que tú escuchas, sonriendo,
con los ojos cerrados.
5/4/18
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