la belleza pide pan
y yo estoy encerrada
entre cuatro paredes monstruosas
sin ventana por la que asaltar el mundo
miro y mis ojos no ven
hablo y mis palabras se quedan vacías
hay rastros de otras voces en el viento
que recorre las habitaciones
de la casa a la que nadie quiso ir
cuando mis dedos
golpean las puertas
y mis manos se aferran
a los interruptores
la quietud de un mapa olvidado
me sorprende.
quiero una soledad para sentirme sola,
para escribirte.
no quiero correr
siempre en la misma baldosa.
5/4/18
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