bebimos tanto
(tanto)
que borrachos de alcohol y caricias,
de insomnio y ceguera,
de terrible inmensidad, borrachos
del día uno del mundo, del día último
del mundo, del día de hoy
que estaba sucediendo exactamente entonces,
nos recitamos poemas
(todos los poemas de amor
y de muerte
que fuimos capaces de recordar a esa hora).
gracias, Kris, por una anécdota de versos y madrugada que yo no pude experimentar, entre otras cosas, por el sueño
21/10/13
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2 comentarios:
Sencillamente... increíble :)
Borrachos de poesía.
la poesía no hace rehenes...
hermoso siempre todo lo que haces...
un abrazo
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