-Un día llegará alguien que te gane -dije levantándome de la mesa, sin mirarlo. Noté que me agarraba de la mano, pero aún así me mantuve firme, no le dirigí ni el más leve parpadeo.
-Entonces seremos libres... -sentenció soltándome con desgana.
Escuché el ruido de mis sandalias mientras me marchaba, reparé en cómo pueden mentir unos zapatos... ¡qué segura parecía! ¡Qué valiente!
2 comentarios:
Tenía un amigo que siempre repetía la misma frase, tanto, que se me quedó grabada:
"Algún día habrá alguien que me gane, pero no será hoy, ni serás tú"
ojala que gane yo..esta vez
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