concupiscibles
habíamos secuestrado los recuerdos
por miedo a que nos creciesen
ciegos de serenidad y tomasen
por la fuerza las caderas de las tardes,
las bocas entreabiertas en las siestas
acaloradas de agosto,
habíamos secuestrado los recuerdos
para no tener historia y pensarnos
puros, únicos, para nosotros.
26/8/10
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1 comentario:
Coño! como me ha costado leer el título ja ja ja
Besos concupiscentes ja ja ja
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