mi corazón
a veces exagera
y se pone hecho una turba
y se tumba
bocabajo
o se niega a cumplir
con sus funciones
y luego tiene
deberes para casa.
hay que ser constante,
le digo si se ofusca,
y, luego de
su guerra, con calma
firmamos nuestra paz.
no podemos desterrarnos
uno al otro:
mi corazón es mío,
yo soy
mi corazón.
Soy mi propio castigo.
ResponderEliminarSaludos,
J.