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18/10/16

el día de la batalla decisiva
que vuele por los aires el sistema
y apague para siempre los alambres
que atan a pantallas nuestras manos,
yo habré escondido atrás en la despensa
el tarro que llenamos con promesas
para prender de fuego nuestro invierno
y reclamar en lluvia la existencia
como un acto violento, fulminante,
de amor inmenso y desgraciado.

2 comentarios:

  1. Pues que sea un tarro bien grande, y lleno a rebosar.

    Saludos,

    J.

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  2. "Prender de fuego nuestro invierno".
    Tal vez el otoño sea eso, un invierno besado por el fuego, la lluvia que arde.

    Un beso.

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