rodeo la luz
la guardo entre mis manos
vigilo el fuego que se escapa entre mis dedos
custodio por ti el firmamento,
la imagen de mi piel,
y me hago faro -me renombro-
tiritándote a lo lejos rocas, algas,
las mareas que te alejen del naufragio.
te hago signos, guiños, aguardo
como un niño con la vida de un pájaro
oculta en el último bolsillo.
La luz hay que soltarla poco a poco, y poco a poco la luz se libera.
ResponderEliminarY que te digo yo ahora, eh?? :)))
ResponderEliminarBesazos enormes