este lunes el cielo explota
en ballenas rojas
y tengo alma de domingo.
redondeada emerjo
entre sábanas templadas
de camino a un café,
de camino a un vestido,
de camino de ti a otro sitio
donde la poesía es un castigo,
las palabras una obligación,
el texto el enemigo y yo
-desplumada de mí-
sólo la maestra.
Cierto, nada pero que un domingo por la tarde para recordar lo que ha de hacerse el lunes...
ResponderEliminarSaludos
J.